EL BAJO AGUÁN VIEJO OESTE VERSIÓN CATRACHA
El Bajo Aguán sigue consolidándose como el escenario perfecto para un guion de los clásicos del Viejo Oeste, pero con toques tropicales y un guion cortesía de la inacción estatal. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH) ha vuelto a levantar la voz de alarma ante los tiroteos, desplazamientos y el ambiente de terror que parece ser el pan de cada día en esta zona del país.
En el último episodio, un grupo armado irrumpió en la Cooperativa Camarones, disparando armas de grueso calibre y obligando a cientos de familias campesinas a huir por sus vidas. Quien vive “felices fiestas” de fin de año con balas zumbando sobre su cabeza.
Por si esto no fuera suficiente, otro grupo de campesinos que marchaban pacíficamente desde la Cooperativa Salamá hacia Camarones fueron recibidos a tiros, demostrando una vez más que en el Aguán la única ley que parece prevalecer es la del revólver.
OACNUDH, en su estilo diplomático habitual, pidió al gobierno hondureño que haga algo, cualquier cosa, para evitar que las cooperativas campesinas corran semejante peligro. Además, recordó que ya hay un acuerdo firmado desde febrero de 2022, el famoso Acuerdo del Bajo Aguán, que, como muchos otros documentos oficiales, parece estar acumulando polvo en algún escritorio.
La Comisión de la Verdad del Bajo Aguán, sigue siendo una promesa vacía. OACNUDH insiste en que esta comisión tiene “el potencial” de aportar soluciones duraderas. Aunque, si la historia reciente es indicativa, lo más probable es que ese “potencial” se quede en el papel, mientras los campesinos siguen escribiendo su propio guion de supervivencia.