EL ARTE DE DESVIAR LA CULPA

 

En el fascinante deporte de lanzar la pelota a otra cancha, Darío García Villalta, el ministro de la Secretaría de Estado en los Despachos de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), se ha coronado campeón indiscutible.

Villalta señaló que la capa de humo que asfixia a Honduras es producto de incendios en basureros de Guatemala y la quema de bosques en Nicaragua. Porque, claro, ¡los catrachos no tienen nada que ver!

“Se trata de varios factores”, reflexionó Villalta. Pero entre esos factores, el humo extranjero parece ser el villano principal, conspirando contra Honduras con una intensidad digna de un drama épico. Aparentemente, los incendios locales y la quema indiscriminada de campos no merecen ni una mención en su discurso.

Sin embargo, Villalta trajo un rayo de esperanza en medio del apocalipsis humeante: pronto caerán algunas lluvias en el sur del país y, con suerte, en la capital hondureña. ¡Aleluya! Todo gracias a una vaguada que promete inundarnos de bendiciones los días jueves y viernes.

Los vientos, esos traviesos, han conspirado para concentrar el humo sobre Honduras, creando un efecto invernadero digno de una película de catástrofes.

Mientras tanto, los expertos advierten que estamos respirando un “cóctel tóxico” de partículas nocivas. Los médicos, han alertado sobre un incremento de enfermedades y padecimientos en los próximos meses. Pero, Villalta asegura que todo esto es culpa de Guatemala y Nicaragua. Los hondureños pueden seguir quemando pastizales y basura con la tranquilidad de quien nunca será culpable.

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