EEUU ULTIMA EL FALLO SOBRE LA INMUNIDAD DE TRUMP
El tribunal Supremo de Estados Unidos está ultimando los detalles del fallo que debe determinar si el expresidente del país y precandidato republicano Donald Trump (2017-2021) goza de inmunidad presidencial en el caso del asalto al Capitolio en 2021.
El juicio contra Trump en el tribunal federal del Distrito de Columbia por haber presuntamente intentado revertir las elecciones de 2020 en las que perdió contra el demócrata Joe Biden está pausado a la espera de que los jueces del Supremo tomen una decisión sobre la inmunidad.
La máxima instancia judicial del país, que suele emitir sus fallos durante junio antes del receso de verano, tiene agendadas sesiones públicas este jueves y este viernes, días en los que podría darse a conocer la resolución sobre Trump.
El Supremo debe determinar si el republicano tiene inmunidad judicial por haber sido presidente del país y, por tanto, si se debe anular el juicio que tiene pendiente por injerencia electoral y por haber instigado el asalto al Capitolio de 2021, cuando una turba de trumpistas atacó el Congreso para frenar la transición de poderes.
Aunque no consta en la Constitución, los presidentes de Estados Unidos han gozado históricamente de inmunidad frente a procesos judiciales relacionados con el desempeño de sus funciones.
Durante una audiencia el pasado abril, la defensa de Trump alegó que el republicano tiene inmunidad judicial absoluta, pero la mayoría de jueces se mostraron escépticos ante la idea de que esté protegido por decisiones de carácter personal que tomó cuando estaba en la Casa Blanca.
Sea cual sea la decisión del Supremo, con tres jueces nominados por el propio Trump, el republicano ya ha logrado su objetivo de prolongar al máximo el caso del asalto al Capitolio para evitar que coincida con las elecciones del próximo 5 de noviembre, cuando se reeditará su duelo contra Biden.
Hasta ahora, ninguna de las cuentas pendientes de Trump con la Justicia ha mermado el apoyo popular al exmandatario, que tiene asegurada la nominación como candidato presidencial del Partido Republicano en la convención que los conservadores tendrán en julio en Milwawkee (Wisconsin).