DOGU SE ACUERDA DE JOH
Tenía que hablar y habló. Laura Dogu, la embajadora gringa en la “capirucha”, se sumó a la ola de opinadores que hicieron el día dando su punto de vista sobre la sentencia de 45 años al indómito en Nueva York, pues recordó que no hay que olvidar que con las movidas del expresidente “el pueblo de los Estados Unidos también sufre por la llegada de tanta droga”.
Tajante como siempre y sin mirar para atrás ni para los lados, sabedora de que a nadie debe rendir cuentas ni pedir permiso para decir lo que le ronca, pues para eso le enseñaron desde chiquita cómo funciona eso que en su país llaman “democracia”, por mucho que acá, cuando sus dardos apuntan para según qué lado, los chimados no vacilan para ponérsele al brinco.
Que básicamente, lo que quiso decir es que, aunque en el potrero catracho la sentencia tuvo su lógico revolú, también “es importante entender el impacto de esta decisión en los Estados Unidos”, que es donde al fin y al cabo va a parar todo el polvo blanco de la discordia pese a que, paradójicamente, nunca pongan a uno solo de sus capos tras las rejas.
En tal sentido, reconoció Dogu que “la corrupción y el narcotráfico es un problema bastante grande” qué tiene cabales tanto a su país de nacimiento como al de acogida; que no es que con ello haya descubierto el agua caliente, pero sí denota sus ganas de referirse al tema cunado perfectamente pudo haberse llamado al silencio sin que nadie lo notara.
Y es que, aprovechando la coyuntura, también aprovechó la diplomática para dejar una puyita a los mañosos que piensan que nunca les tocará el número premiado, apelando al trabajo codo con codo que mantienen con el gobierno catracho, independientemente de cuál sea su color, pues según dijo, los lazos que los unen con los gringos son “bastante fuertes y nuestra intención va a seguir”.