DISCURSO DEL DIENTE AL LABIO
Mucho llamó la atención la soltura con que Mel Zelaya aleccionó a sus correligionarios que andan ahí de maripositas, con una sola lloradera en el cuerpo porque el Tío Sam les retiró la visa; y es que, según él, Libre debe ser un partido “antiimperialista, feminista y antipatriarcal”, aunque parece que esas son virtudes que solo pregonan del diente al labio.
Se refiere el comandante vaquero, por supuesto, a los refundidores que han sido incluidos en la Lista Engel, cuyo castigo inicial recibido de los gringos es quedarse sin el sagrado documento y sin la posibilidad de ir a tirar rostro y comprar ropa de marca “a los moles de Miami”, que es quizás lo que más le duele a razón de la asiduidad con que viajan y los atuendos que traen desde allá.
Aunque bueno sería que revisara Mel el estándar de exigencia entre sus camaradas, porque lo de “antiimperialista” es una camisa que a muchos de ellos les queda bastante grande, comenzando por su propio primogénito Héctor, que no dudó la vez pasada en volar hasta el imperio, donde la sanidad está privatizada, para operarse el fémur, cuando se supone que acá los hospitales los tienen tocaditos.
Y qué decir de lo de “feminista”, cuando muchos funcionarios de la propia refundación han salido trasquilados tras recibir denuncias por abusos y maltratos cometidos contra sus propias subalternas, sin que jamás de los jamases hayan recibido siquiera una reprimenda pública por parte de la primera mujer presidenta en la historia del país.
Más de lo mismo sucede con lo de “antipatriarcal”, pues pese a que en los papeles la comandanta Xiomara es la que lleva lo pantalones del Ejecutivo, nadie es tan papo como para no reconocer que es el propio Mel quien dirige el chiringuito desde las sombras; y para constatarlo no hay más que fijarse el trato casi de deidad que recibe de sus súbditos allá por donde va.
En fin, un discurso que queda bonito para replicarlo luego en las redes sociales, pero que choca de frente con la evidencia, una que trae a colación el ya viejo pero acertado refrán “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”, pues algo así es lo que sucede cuando uno no pregona con el ejemplo.
Video Cortesía