DESMIENTEN A VIDRIO MOLIDO
Luis Redondo no consigue vivir en paz ni habiendo sido juramentado tras cinco meses sin chambear, con la presión que eso le supuso, pues la última que se le supo es que aquello de que atentaron contra él echándole vidrio molido en la comida resultó ser más falso que un billete de 4 pesos.
Así de clarito lo dejó Gustavo Sánchez, el jefe de la Policía catracha, que explicó el asunto diciendo que lo encontrado en el “lunch” del presidente del Congreso fueron más bien pedacitos diminutos de plástico de la licuadora donde procesaron los alimentos del gordito.
Todo data de julio del 2023, cuando Redondo campaba a sus anchas con aires de ilegalidad y de pronto salió un día denunciando un atentado en su contra, que a las primeras de cambio pintó como casaca de la barata.
Dijo entonces el hombre que le habían echado vidrio molido en la comida, forzando a la Policía y a los entes investigativos a actuar en consecuencia, pero por gusto, como se sabe ahora, pues nada de lo hallado entre los frijoles y el arroz representaba un riesgo para él.
Un ridículo mayúsculo de alguien carente de atención, que sobradas muestras ha dado de estar dispuesto incluso a lo inverosímil para justificar o disimular su inoperancia, como cuando mandó a sus bots a hacer circular un video suyo dizque paseando en Nueva York cuando días atrás los gringos lo dejaron sin visa.
Una actitud impropia de quien se dice presidente de uno de los tres poderes del Estado, pero que no sorprende a nadie a estas alturas, cuando bien guachado lo tiene ya la catrachada por saberlo capaz de lo que sea con tal de aferrarse a la silla.