DESEMPLEO: UNA BOMBA SOCIAL

 

Hechos porra los hondureños, son tantos los males que aquejan a los catrachos, pero uno solo es una bomba de tiempo y es el desempleo.

“El empleo aún no se recupera a los niveles que teníamos antes de la pandemia del COVID-19. Es un deber de todos generar las soluciones”, declaró Santiago Herrera, el gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).

El desempleo es una bomba activa que es preciso desactivar, pero nadie da respuesta y el Gobierno peor empecinados en las peleas con el sector privado, de generación de empleo ni asomos.

Los jóvenes están especialmente afectados por esta situación, lo que representa una auténtica bomba social.

En 2023, la tasa de desocupación alcanzó el 6.4%, traducido en 250,668 personas desempleadas. De esta cifra, el 58% son jóvenes, es decir, 144,774 almas en plena edad productiva, listas para trabajar, pero sin dónde hacerlo. Además, de cada 10 desempleados, 5 son mujeres, porque el desempleo no discrimina, pero sí se ensaña.

“Cuando vemos más de un millón de jóvenes que son Ninis, que no están trabajando hoy, ni contribuyendo a la producción, pero tampoco están estudiando, o sea, que no se están formando para insertarse en el futuro en el mercado laboral, entonces ese bono demográfico, más que un bono es una bomba”, enfatizó Herrera.

En resumen, el desempleo en Honduras es como una piñata cargada de dinamita, y la advertencia de Santiago Herrera no es más que un recordatorio de que la fiesta puede terminar con un gran estruendo si no se hace algo pronto.

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