DELIRIOS DE RIXI MONCADA

En el teatro de lo absurdo que se ha vuelto la política hondureña, la precandidata presidencial del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, se ha coronado como la reina del delirio.

Moncada celebró en su cuenta de “X” que la orden de denunciar el tratado de extradición con Estados Unidos es un golpe maestro para desmantelar el plan de sus enemigos. ¿Cuál plan? Pues, según Moncada, un complot diabólico para interrumpir las elecciones y, por supuesto, ejecutar otro golpe de Estado militar.

Con la audacia de quien cree que el país es una novela de espionaje, Moncada señaló que todo comenzó con las “acusaciones temerarias” hacia el ministro de Defensa, José Manuel Zelaya Rosales, y el jefe de las Fuerzas Armadas, Roosevelt Leonel Hernández. Como no Chon, porque cuando uno se siente acorralado, nada mejor que acusar a otros de estar conspirando, y si eso no funciona, siempre queda la opción de romper tratados internacionales.

Todo comenzó con el sismo que causo la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, cuando expresó su sorpresa y decepción al enterarse de la visita de funcionarios hondureños a Venezuela para reunirse con, en sus palabras, un “narcotraficante”. Y, claro, la reacción lógica de la presidenta Xiomara Castro fue ordenar al canciller Enrique Reina que denunciara el tratado de extradición con el país norteamericano.

Con la celeridad que caracteriza a nuestra diplomacia, la Cancillería ya ha remitido la solicitud al gobierno de Estados Unidos, envuelta en un bello papel de nota diplomática No. 111-DGAJTC-2024. Así es, según Ramona, en un abrir y cerrar de ojos, hemos desmantelado “el plan de los adversarios”.