DAVID CHÁVEZ, SIN PASAPORTES Y A LA DERIVA
A David le tocó con Goliat, pero esta vez no se le dio el milagro. Desde que salió de madrugada a todo mecate de Palmerola han pasado ya unas cuantas horas, y únicamente quedaron sus dos pasaportes como testigos.
Le salió la más fea del baile y mejor optó por darse de baja. Al final, lo de la pancarta contra la “presi” quedó en nada, porque la orden librada en su contra le llegó mas bien por sus cachurecadas en el Infop.
Desde su último avistamiento aeroportuario no se ha vuelto a saber de él, obligando a la Poli a mandar a la calle a todos sus pitufitos para dar con su paradero.
Ni sus correligionarios dan parte del asunto, ya que no tardaron en volver a sacar sus caretas de “vístimas” en una conferencia donde la tensión en el ambiente bien podía cortarse con un cuchillo.
Vaya Diosito a saber dónde estará metido y si algún día volverá a ver la luz, pero de momento el clavo se lo tendrán que sacar entre los demás camaradas suyos a los que, según cuentan, también los tienen en alas de cucaracha.