CÚPULA CASTRENSE “ARRECHA”

Con la mosca detrás de la oreja andan las altas poporoilas del Ejército, porque entre el comandante vaquero y sus camaradas venezolanos como que les clavaron a un tal Ángel Alvarado como asesor, que si bien es cierto es de sangre catracha, también lo es el hecho de que sus ideas son bastante bolivarianas.

Rumoran las malas lenguas, que siempre se las ingenian para que estas mandracadas vean la luz, que la asesoría en cuestión llega a tal nivel que en el patio de las Gloriosas no se mueve una hoja y mucho menos se autoriza un ascenso sin el previo consentimiento del energúmeno.

Y en esas como que anda el hombre, pues los rumores apuntan a que más pronto que tarde autorizará movimientos sin que nadie, por ahora, haya agarrado huevos para murmurarle, pues con la autorización de sus padrinos, el asesor se toma la atribución de ser él quien da la última palabra en los concilios de la institución castrense.

Y para restregar aún más el dedo en la llaga, al asesor como que hasta le habilitaron oficina a la par de la del compa Roosevelt, que es el que más relincha de todos. Tan agitado está el asunto que el ministro sobrino del comandante vaquero, para evitarse dolores de cabeza, mejor mudó su centro de operaciones hasta el Centro Cívico.

A ver en qué acaba la cosa, pues tampoco es que son los chepos gente de infinita paciencia. Y peor cuando les puyan las costillas, que parece ser el caso. Pero al comandante vaquero como que todo le vale chancleta, porque sigue embrecado en moldear a las Gloriosas a su imagen y semejanza, porque la pijamada del 2009 como que no le sentó nada bien.

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