CUBA SOLIDARIA CON XIOMARA

Este viernes, Cuba, con su acostumbrado sentido de la solidaridad selectiva, decidió expresar su «apoyo y solidaridad» a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, mientras le lanzaba un dardo envenenado a Estados Unidos por lo que consideró una descarada intromisión en los asuntos internos del país centroamericano.

Todo comenzó cuando la presidenta Castro, en un movimiento que dejó a la mayoría de catrachos rascándose la cabeza, decidió poner fin al tratado de extradición con Estados Unidos. Esto, en medio de una tensa relación con la embajadora estadounidense Laura Dogu, quien osó criticar una amigable reunión entre las autoridades hondureñas y el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López.

Es que la gringa cometió un pecado diplomático.

No faltó mucho para que desde La Habana llegaran las palabras de apoyo. “Cese la intromisión en los asuntos internos de Honduras,” clamó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, a través de la red social X. “Todo nuestro apoyo y solidaridad a la presidenta Xiomara Castro, a su Gobierno y al pueblo hondureño ante los ataques a la soberanía de Honduras y de Nuestra América” Al parecer, la defensa de la soberanía es un tema serio… cuando no se trata de la propia isla.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, tampoco se quedó atrás, denunciando lo que llamó la “grosera injerencia de Estados Unidos en Honduras.” Porque, claro, en asuntos de groserías, nadie mejor que un experto para detectarlas.

Rodríguez fue más allá, alertando sobre “las graves denuncias” de la presidenta Castro de que “se fragua un plan contra su gobierno.” Y, por supuesto, exigió “respeto a la soberanía” de Honduras.

Cuba, siempre lista para defender la autonomía de sus amigos, mientras mantiene en casa el control firme y absoluto que tanto critica en otros. La solidaridad entre gobiernos afines a la izquierda sigue siendo un espectáculo fascinante de ver, especialmente cuando se trata de esos principios que solo se aplican cuando conviene.

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