LIBRE LES ESTÁ DANDO EN LA CARA: PRESIDENTA
En su maratónica carrera de inauguraciones, la presidenta Xiomara Castro no deja espacio para el descanso, demostrando cómo se gobierna “para las grandes mayorías”, aunque entre tanto acto, uno se pregunta si queda tiempo para resolver las necesidades que tanto menciona.
Este jueves, la mandataria hizo una parada obligatoria en la inauguración de varios kínderes, supervisó proyectos de semillas y en el colmo de la ironía dentro del paquete, hasta entregó escobas a las mujeres en un gesto tan simbólico como desconcertante, sera que quiso aprovechar el día de las brujas. No, no fue un truco de Halloween: escobas como promesas de vuelo alto hacia el progreso. No hay que ser mal pensados.
En un acto que ya casi parece de magia, Castro se detuvo también a supervisar uno de sus hospitales “en construcción”. ¿La función de estos futuros hospitales? Misterio total, porque si en los pocos existentes ya reinan el caos, la escasez de medicamentos y el personal insuficiente, estos nuevos templos de la salud parecen apuntar a ser monumentos al “algún día”.
“Esos que hoy nos critican, eso no lo ven porque no les conviene, porque saben que esta mujer y este gobierno de Libertad y Refundación les está dando en la cara”, declaró la presidenta con entusiasmo, asegurando que está construyendo Honduras a golpe de transparencia.
“Hoy las acciones que nosotros hacemos son transparentes, están en el portal de transparencia”, proclamó, sugiriendo que si algo se “descubre”, es porque ellos mismos lo publicaron primero. “Miren que hicieron tal cosa, si es que eso lo sacan de lo mismo que nosotros publicamos”, agregó. Todo, clarito en el portal, donde se puede comprobar que lo transparente brilla… aunque a veces solo sea vapor.
Finalmente, lanzó un llamado patriótico a la oposición, esos “representantes del pueblo” a los que exhortó a ponerse “la mano en la conciencia” y aprobar la Ley de Justicia Tributaria, porque -según ella- “ya es hora de que voten por el pueblo”. Castro cerró su intervención aludiendo a los que hoy se benefician de las obras que ella inaugura a diestra y siniestra, asegurando que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, y enfatizó que “tuvo que llegar una mujer a la presidencia” para “evidenciar la corrupción del pasado”.
Así continúa la presidenta en su épico recorrido, dejando tras de sí una estela de hospitales prometidos, leyes de justicia por aprobar, y, ahora, unas cuantas escobas para despegar, o navegar por todos esos portales de transparencia que de transparentes que son ya ni se miran.
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