CRISIS VENEZOLANA AUMENTA TENSIÓN EN LATINOAMÉRICA

La crisis política poselectoral en Venezuela ha tenido repercusiones significativas en Latinoamérica, exacerbando tensiones y alterando las relaciones entre varios países como Nicaragua y sus fuertes críticas a Colombia y Brasil, o el anuncio de Honduras de dar «por terminado» el acuerdo de extradición con Estados Unidos.

El resultado oficial de las presidenciales del 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio por ganador al presidente Nicolás Maduro intensificó el conflicto interno, pero también comprometió las relaciones de Venezuela con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay.

El Ejecutivo chavista expulsó a los representantes diplomáticos de esos países en rechazo a sus «injerencistas acciones y declaraciones» sobre los comicios.

Mientras sus aliados más cercanos, como Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Gustavo Petro en Colombia y Andrés Manuel López Obrador en México han intentado mediar en la crisis, hasta ahora sin resultados, lo que ha generado las presiones y las críticas de un lado y de otro.

Lula, cuyo partido fue uno de los primeros en reconocer el triunfo de Maduro, endureció su postura en los últimos días frente al resultado oficial de las presidenciales y se sumó a la mayoría de la comunidad internacional que exige la publicación desagregada de los resultados que certifiquen la victoria del presidente venezolano.

Esa postura llevó a que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, diera por rotas las relaciones con Brasil tras afirmar que Lula es uno de los mandatarios de la región que ha tenido una «reacción brutal» y «cobarde» por no reconocer el triunfo de Maduro, y que forma parte de los «Gobiernos serviles, traidores, arrastrados».

Ortega también arremetió en contra de Petro, de quien dijo que lo veía «como compitiendo con Lula en ver quién va a ser el líder que va a representar a los yankis en América Latina».

Para Fernando Pedrosa, profesor e investigador de la Universidad de Buenos Aires, «Brasil tiene un gran problema. Brasil por un lado presiona, pero tampoco termina de presionar, porque también Maduro está amenazando eso soterradamente con iniciar un conflicto armado en el Esequibo, en la frontera con Brasil».

La crisis entre Venezuela y Guyana se exacerbó a finales del año pasado después de que Caracas aprobara en un referéndum anexionarse el Esequibo, un territorio de unos 160.000 kilómetros cuadrados, rico en petróleo y recursos naturales, conflicto en el que Brasil tuvo un papel de mediador.

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