CORRUPTOS Y TIRANOS

 

¡Hay por Dios, la política hondureña, ese fascinante juego de señalamientos y acusaciones donde la hipocresía es la moneda de curso legal!

El diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre), Edgardo Castro, nos ofrece otro de sus acostumbrados espectáculos con sus enérgicas solicitudes y declaraciones contundentes.

Como quien acusa a un enemigo, Castro se lanza al ruedo político exigiendo al Ministerio Público y a la Fiscalía contra la Corrupción que investiguen posibles actos de corrupción en el gobierno actual.

Pero no contento con señalar con el dedo a los gobiernos anteriores, Castro nos sorprende con su llamado a investigar también a los suyos. Será este un verdadero ejemplo de ecuanimidad política. Porque, como él mismo señala, “todos cabemos ahí”, en ese vasto y oscuro territorio de la corrupción.

Y no se detiene ahí, no señor. Castro despliega su arsenal de denuncias, citando supuestos sobreprecios en la compra de vehículos y presuntas irregularidades en el sistema de salud.

Y para rematar, Castro también acusa a los de su partido de ser tiranos y de perseguir a sus propios correligionarios por solo el hecho de pensar diferente.

Casi llora cuando dice que ni en la narcodictadura se sintieron tan perseguidos como ahora por su propio partido. Al tiempo que reta a Rixi Ramona a ir a elecciones internas, pero con las manos limpias y no con las limpias manos, el chele siempre sabe poner picante en sus declaraciones grandilocuentes. Y así las cosas a lo interno de Libre.

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