COPINH SE HIZO SENTIR EN LA CA-5

Le bramó el tráfico en la CA5 a buena mañana del lunes, con apenas unas docenas de miembros del COPINH que decidieron agarrar al toro por los cuernos y tomarse un tramo de la carretera exigiendo al pachorrudo gobierno de la refundición que por lo menos sacuda el palo para ver qué cae de él, y tal vez así consiguen alguna pista que despeje el panorama sobre la muerte violenta del ambientalista y regidor Juan López.

Desde primerísima hora y hasta pasadito el mediodía, los manifestantes se aplastaron allá por Zambrano, provocando que las enormes filas de carros en ambos carriles se extendieran hasta diluirse en el horizonte, y poniendo así tras las cuerdas a los inoperantes entes de Seguridad, que habiendo pasado ya una semana de la muerte de López siguen silbando en la loma, sin tener una sola pista sobre el crimen.

Y es que están ya hasta el sereguete los grupos indígenas de que les maten a sus líderes y lideresas, pues apenas sale uno poniendo el pecho en público y le dan de baja sin piedad, ante una pasividad ciertamente sospechosa de quienes se supone deben parar en seco y ponerle remedio al asunto, que no es ni mucho menos tibio.

La protesta se vio incentivada, además, por la reactivación del proceso judicial relacionado con el caso del río Guapinol, en el que estaba procesado, entre otros, el propio López. “La Corte Suprema de Justicia debe de confirmar las sentencias de los asesinatos de Berta Cáceres ¡Ya es hora! ¡Basta de impunidad!”, se pudo leer en alguna manta, desviando los ojos de populacho hacia el Ejecutivo, que para dar respuesta a este tipo de casos nunca demuestra rapidez.

Pero bueno, la cosa es que, con semejante cagadal, a mucha gente no le quedó más remedio que echarse sus maritates el lomo y seguir a “pincel” por la calzada, dejando tras de sí unas imágenes vergonzantes que, de tanto que echaron agua al cántaro, por fin lograron que los chepos se avisparan y acordaran con los protestantes despejar la vía tras casi seis horas.