CONSTRUCTORES RUEGAN POR PAGO
El director regional norte de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (CHICO), Arnaldo Martínez, encendió las alarmas al exigir a la Secretaría de Finanzas que despierte de su largo letargo y pague los 2,400 millones de lempiras adeudados a las constructoras.
Según Martínez, la situación es tan crítica que incluso los albañiles han comenzado a buscar trabajo en otras galaxias más prometedoras.
“Las estimaciones ya están en la Secretaría de Infraestructura y Transporte, listas para ser transferidas al SEAFI. Solo falta que Finanzas mueva un dedo para que puedan pagar a las empresas”, afirmó Martínez, quien al parecer ya tiene los dedos cruzados y una veladora encendida para que esta transferencia ocurra antes del próximo milenio.
La deuda, que afecta a más de 60 constructoras, ha paralizado el flujo de efectivo al punto que muchos constructores consideran volver al trueque como método de pago. Martínez advirtió: Si no pagamos a los proveedores, nos cortarán los suministros. Si eso pasa seguramente tendrán que empezar a construir carreteras con palitos de helado y plastilina.
Aunque el gobierno realizó un anticipo de 2,000 millones de lempiras, parece que esa cantidad fue apenas suficiente para tapar un bache en el gran agujero financiero del sector. Martínez insistió en que el pago pendiente es urgente para evitar que enero llegue con una parálisis total de las obras.
“Si no pagan, las constructoras detendrán sus labores, y lo que ya era un chiste de infraestructura nacional podría convertirse en una tragedia griega”, sentenció Martínez, quien no descarta organizar una maratón de donaciones para financiar el sector.
Mientras tanto, la Secretaría de Finanzas parece estar tomándose su tiempo.