CÓNCLAVE

Al final no fue por gusto el viajecito de la comandanta Castro a El Salvador, donde llegó básicamente para la toma de Bukele, pero también para platicar con éste sobre dos que tres cositas que, en caso de que se concreten y salgan bien, convertirán al gobierno de la refundación el alero más fiable del “presidente más cool del mundo” en la región.

Acompañada de su primogénito Héctor y del canciller Reina, abordó la comandanta con su reelegido homólogo temas de interés común como, por ejemplo, la seguridad de ambas naciones; que ojalá haya aprendido ella alguito de lo dicho por Bukele, porque la realidad a uno y otro lado de la frontera son como el agua y el aceite.

Pero también hablaron de la unión aduanera y de varios asuntitos más entre los que a buen seguro se tocó el temita del mentado tren interoceánico encomendado por la refundación a Héctor; que, si no, mejor no hubiera ido. Y es que el proyecto bandero de la refundación les quedaría más “pikis” si la salida por el Golfo de Fonseca estuviese “pianita”, y sería ahí donde entraría en juego Bukele, pues ya se ve que con el cerrado de Ortega las cosas no son tan fáciles.

Cabe destacar que previo a reunirse con Bukele, la “presi” platicó también con el Rey Felipe de España, al que lueguito hizo un desplante protocolario feo durante la ceremonia al no levantarse de su silla para responder su cordial saludo. Pero, en fin, que la plática fue sobre el proyecto del mentado tren y quizás alguito más.

“La verdad que fue una muy buena reunión con el presidente Bukele”, dijo Reina al salir, dejando entrever que el cónclave fluyó como debía, al tiempo que agregó que hablaron también sobre la posibilidad de activar un convenio para que los vuelos centroamericanos se tipifiquen como “nacionales” y así facilitar el flujo de viajeros y fortalecer el comercio y el turismo de ambas naciones.

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