COMO AGUA DE MAYO ESPERAN A NASRALLA

Por si los colorados no le habían abierto bastante las puertas ya, a Nasralla se las terminaron de abrir un poco más a través de Marcia Facussé, secretaria de Comunicaciones del partido, instándolo a que por fin se deje de casacas y se meta en la guarida del liberalismo para empezar desde ahí su tan ansiada búsqueda de la guayaba presidencial. “Estamos esperando que manifieste su interés”, le dijo.

Así que, más claro, solo el agua. De tal modo que el balón está ahora en el tejado del señor de la tele, que tampoco es que haya estado rascándosela, pues la propia Marcia reveló que el aún jefe del PSH ya les hizo llegar días atrás una carta para sondear cómo estaban de ánimos en el seno de los colorados ante una eventual llegada suya.

Pero más le vale al showman ponerse las pilas, porque las internas están ya a la vuelta de la esquina y las lealtades en la cueva colorada ya están siendo acaparadas por los cuatro contendientes que ya formalizaron sus intenciones: Maribel Espinoza, Marlon Lara, Rafael Canales y recientemente Jorge Cálix.

Aun así, tampoco es que la cosa será al molote, pues antes deberá Nasralla cumplir una serie de requisitos entre los que se incluye su renuncia a comandar el PSH, que a ver si con eso acaba desapareciendo del radar político, pues ya se sabe que ahí el designado es la única razón de ser.

Le recordó Marcia al exdesignado que, una vez presentada su renuncia al PSH, deberá también presentar una exposición de motivos para demostrar a los jerarcas del partido por qué razón quiere que le den rigió; y una vez completado el trámite, proceder ellos a su juramentación como precandidato.

Con la hipotética llegada del presentador deportivo, completaría el Partido Liberal un temible combo que hasta hace poco era inimaginable, con cinco garañones peleando con un mismo fin, cuando hace apenas unas semanas andaban arrastrando su dignidad, pidiendo a cualquiera que se hiciera cargo de la papa caliente en que se había convertido el partido.

“Lo consideramos un gran líder, un hombre muy querido, muy aceptado por la población y vendría”, finalizó diciéndole Marcia, por lo que ya si el hombre no se da por aludido es porque a lo mejor ya se resignó a que su anhelo de agarrar la guayaba acabará siendo para él nada más que una frustración.

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