COLORADOS, A MISA POR CÁLIX Y NASRALLA
Todavía sigue estando peluda la cosa en el búnker colorado, donde la mayoría de miembros de la Junta Directiva (10 de 17) siguen negándose en seco, reacios a consumar los fichajes de Nasralla y Cálix, con quienes buena parte del liberalismo ha recuperado hasta las ganas de vivir.
La semana viniente será clave, pues la Junta ya avisó que comenzará a deliberar sobre el asunto, y a escuchar uno a uno a todos los alcaldes que tienen en el país, que son más de 90, para saber qué piensan al respecto y comprobar para qué lado masca la iguana.
El asunto es que entre estos alcaldes también van incluidos los 30 que meses atrás se le pusieron a la orden a Mel Zelaya, en un flagrante acto de rebeldía que fue calificado como “traición” por parte del núcleo más conservador de la cúpula colorada.
Una vez evacuado el trámite, la Junta procederá a dar su resolución al respecto, que, salvo sorpresa mayúscula, acabará seguramente favoreciendo a los dos aspirantes, que habrán sorteado así el escollo más duro del proceso.
Y es que no es un secreto que gran parte del poder actual del liberalismo recae en los ediles, que son los que han salvado al partido de hundirse en lo más profundo del fango y, por tanto, se toman la atribución hasta de proponer candidatos, como ya hicieron semanas atrás con Piquito Maldonado, quien pese a los ruegos igualmente los dejó bateados.