CINISMO EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN

Con el canciller refundidor, Enrique Reina, se cayó un mito. La imagen de decente y mesurado con la que solía él dar lecciones de moralidad casi a diario, se le cayó en pedazos cuando empezó a defender como un borrego cualquiera el fraude de Maduro en Venezuela, donde según él le andan queriendo dar golpe de Estado a su amiguito Nicolás.

Así lo que denunció en X, en un claro ejercicio de cinismo en su máxima expresión, condenando en nombre del gobierno de la refundición “cualquier intento de golpe de Estado en Venezuela y el uso de la fuerza por grupos violentos”, refiriéndose a los protestantes que en aquel país andan enardecidos por culpa del irrespeto a su voluntad en las urnas.

Y es que Venezuela está patas arriba, con protestas de punta a punta por culpa del flagrante robo de un proceso electoral que, sin embargo, para el canciller y sus amos fue “pacífico y de amplia participación”; tanto así que su jefa la presidenta no vaciló para reconocer el “inobjetable triunfo” del chavismo cuando ni siquiera se había cerrado el conteo de votos.

Todo el desbarajuste, para el canciller, no es más que una “campaña internacional” cargada de “fake news”, montada por quienes ni siquiera presenciaron el proceso; como si hiciera falta estar allá para sacar conclusiones acerca de las atrocidades que el régimen “veneco” está cometiendo contra quienes se niegan a renunciar a su dignidad en las calles.

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