CICIH Y LOS CUENTOS CHINOS

Al paso que vamos, la mítica frase “Han pasado 84 años” de la doñita del Titanic se congelará en las profundidades si el gobierno de los refundadores de la patria no consuma de una vez por todas la prometida y asegurada llegada de la CICIH, que ya huele a casaca de la barata.

De nada sirven las fotitos en la ONU si en casa sigue sin asomar la necesaria e ineludible voluntad para hacer que las cosas sucedan, ya que el pacto de impunidad sigue campando a sus anchas mientras los labiosos promotores pretenden seguir dando atol con el dedo.

Entre tanto, son cada vez más las voces que han decidido sumar el asunto a la lista de promesas incumplidas de la presidenta, presa fácil de sus recalcitrantes adeptos, que vendieron la piel del oso antes de cazarlo.

Adeptos que mantienen a la catrachada en vilo, encaramada en una especie de montaña rusa de emociones, destapando el champán con las buenas nuevas y pegando el grito en el cielo cuando los bajan de la nube.

Según el más reciente cálculo, extraído a ojo de buen cubero, la CICIH vendrá, aunque no mientras mande la “presi”. O sí; quién sabe. Se ve que refundar un país no es comida de trompudos.