CICIH “SIN DIENTES”

 

En Honduras, país que se asemeja al país de Alicia, en un fascinante juego de ilusiones y promesas incumplidas. La diputada Fátima Mena, del Partido Salvador de Honduras (PSH), ha dejado en claro que es una realidad, que no hay voluntad política para traer la CICIH.

La tal Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), sigue siendo puro cuento, paja de política que siempre le dan atol con el dedo al pueblo.

“La gotita que ha derramado el vaso donde nosotros decimos Aquí no hay voluntad es a raíz de esta clasificación de información” remarcó la parlamentaria.

En ese sentido, la diputada ha enfatizado la importancia de no caer en la ilusión de que la instalación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH) dependa exclusivamente de Naciones Unidas. Mena subrayó que ONU, opera bajo un mecanismo de invitación y no puede imponer su voluntad en un país.
Seguidamente, dijo que después de dos años y cuatro meses de espera e incumplimiento del gobierno, parece que la esperanza es un plato que se sirve mejor frío.

La diputada no se anda con rodeos, la voluntad política es más esquiva que bigfoot en traje de camuflaje. Y mientras tanto, la independencia del mecanismo propuesto parece estar tan amenazada como la dieta de un helado en una playa hondureña.

Mena, con esa sinceridad refrescante, instó a no aceptar invitaciones que vienen con tantas cuerdas adjuntas que parecen la maraña enredada de los cables que se ven en Tegucigalpa. ¿Independencia financiera? ¿Selección de personal? ¿Investigación de casos? ¿Qué es eso? Cuestionó al tiempo que apuntó que una CICIH, “sin dientes” no servirá de nada.

Así que, según la diputada, ya es mejor mantener esas expectativas de la venida de la CICIH, en el sótano junto con las cajas de Navidades pasadas.

En fin, la lucha contra la corrupción en Honduras parece ser tan clara como el agua turbia de un pantano. Pero hey, al menos siempre se puede contar con la ironía para mantenerse entretenidos mientras esperamos sentados, que las cosas cambien.

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