CHEQUES ADIÓS AL PAPELITO MÁGICO

Aquellos tiempos en los que los cheques eran el rey de las transacciones parecen estar llegando a su fin. Esos papelitos milagrosos, capaces de transformarse en dinero contante y sonante al cruzar las puertas del banco, están viendo cómo su población se reduce a niveles alarmantes. Según el Banco Central de Honduras (BCH), estamos presenciando el ocaso de una especie: el cheque de toda la vida.

Un informe reciente indica que la emisión de cheques en lempiras y dólares sigue en caída libre. Aunque aún se emiten más de un millón de cheques en moneda nacional, la cifra es significativamente menor que la del año pasado. ¿Qué está pasando? Pues parece que las transferencias electrónicas y la banca en línea, esos villanos digitales, están ocupando su hábitat.

El irónico caso del cheque en lempiras: menos unidades, más dinero

Curiosamente, aunque la cantidad de cheques en lempiras disminuye, el monto de dinero que mueven sigue subiendo. Es decir, menos cheques, pero con más ceros. Quizá esto se deba a que los pocos sobrevivientes de esta especie están siendo reservados para transacciones VIP, como los cheques “gorditos” que aún se sienten importantes en el mundo de los negocios.

Si los cheques en lempiras están en declive, los de moneda extranjera están prácticamente en terapia intensiva. Su emisión ha caído más de un 20 %, como si la globalización y las transferencias internacionales estuvieran conspirando para hacerlos desaparecer del todo.

La realidad es que, con el avance imparable de la tecnología y la comodidad de las aplicaciones bancarias, parece que los cheques están destinados a ser un recuerdo nostálgico. Quizá dentro de unos años se encuentren en museos financieros, junto a las máquinas de escribir y las libretas de ahorro físicas.

Así que, si aún tienes uno guardado, úsalo con orgullo. Es probable que estés sosteniendo uno de los últimos ejemplares de esta especie en extinción, que una vez fue símbolo de elegancia financiera y que ahora lucha por no ser olvidada en un cajón del pasado.

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