CHEPOS “EMPINAN EL CODO”

Lo de predicar con el ejemplo como que no le sienta nada bien a la “renovada” Policía de la refundación nacional, que gusta mucho de jactarse de su buen trato hacia la catrachada, pero no vacila a la hora de toletear al primer bolito que se encuentre por la calle, aunque a la hora de empinar el codo sean ellos los “number one”.

Y si no, que se lo pregunten a los chepos que guachó con su teléfono un indiscreto ciudadano, cuando estos salían de un minisúper cargando a dos manos los “six packs” de jucas que parecían tan heladas como las canillas de un albañil, antes de meterse a un busito de la institución policial para destaparlas y darles de “baja honrosa”.

Con gran sigilo salieron los agentes, vestidos de civil, mirando de un lado para otro, como Xavi Hernández antes de dar un pase en los tiempos de Pep, procurando ellos no ser agarrados en banda con el prohibitivo producto etílico que, de comprobarse su consumo en horas de faena, acarrearía su suspensión “ipso facto”.

Pero es Honduras un país donde se vale todo, como en la selva, y acciones de ese calibre apenas pasan de puntillas, y en caso de extrema necesidad las solventa el ministro Sánchez con un tuit, pues atesora el hombre el don de arreglar cualquier macaneo desde su perfil.

Pero bueno, quiénes somos nosotros para juzgar a quienes sucumben al encanto de la cebada. Aunque lo malo no sea exactamente eso, ni el hecho de que se las hayan empinado dentro de una unidad policial, sino el cinismo con que luego salen los uniformados a la calle a evangelizar a punta de toletazos y mordidas a una catrachada que lo único que hace es seguir su ejemplo.

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