CATRACHOS TIEMBLAN CON CANCELACIÓN DE VISAS A CHAPINES

Sin andar con contemplaciones, los gringos revocaron de un plumazo la visa a 300 chapines, entre los que se cuenta a 100 flamantes diputados en plena convulsión política en el vecino país. Consecuentemente, esta decisión ha provocado que de este lado de la frontera a algunos parlamentarios se les haya engrifado el pellejo.

 

Algunos de ellos con justificada razón, pues son conscientes de la turbiedad de sus acciones, que sin embargo no escapan al radar de la “justice” del gran país del norte, que vigila con lupa cada uno de sus movimientos y, de cuando en cuando, cada una de sus incursiones a sus principales reclamos turísticos.

 

Y es que el vendaval llegó a Guatemala en plena intentona de no permitir al presidente electo acceder al cargo por el que se lo eligió por mayoría en votación popular; que no es el caso de Honduras, donde sin embargo la clase política no es que esté exenta de chanchullos igualmente condenables.

 

La preocupación, aun así, no atañe a todos ellos, pues conviene recordar que algunos ya pasaron previamente por ese proceso, pues figuran erguidos en otras listas negras lanzadas desde los entes fiscalizadores gringos.

 

Pero es Honduras un país esculpido con el cinismo de su clase gobernante tradicional, ya que por más que chirríen los gringos parece no darse por aludida por más que sus movidas sean motivo suficiente para avergonzar a cualquiera.

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