CAOS EN LAS CÁRCELES SIGUE AL ROJO VIVO
Hace poco, Ramiro Muñoz, el jefe de la Policía Militar del Orden Público y flamante interventor de los centros penales, aseguraba con total confianza que las cárceles de Honduras no le preocupaban. ¡Qué optimismo! Apenas unas semanas después y los “angelitos” en Támara organizaron un escándalo que ni en las películas de acción se ve.
Narcotraficantes saltando techos, amotinamientos y un caos total. Parece que las cárceles siguen siendo una bomba de tiempo, y alguien se olvidó de cortar el cable rojo.
El propio Muñoz, con su ya famosa serenidad, afirmó que lo ocurrido no fue una simple reyerta, sino un intento de fuga a lo grande, patrocinado nada más y nada menos que por los narcotraficantes del módulo Procesados 2. Y claro, si no les dan sus privilegios, ¿qué más podrían hacer los pobres internos? Presentaron más de mil solicitudes pidiendo “mejor servicio”, pero, al ser ignorados, optaron por la vía rápida: escapar saltando techos. Creatividad no les falta.
El capitán José Coello, portavoz de las Fuerzas Armadas, confirmó que el amotinamiento dejó dos muertos y tres heridos, mientras que Muñoz detalló con precisión quirúrgica que la intervención de la Policía Militar fue “oportuna”. Aunque claro, eso no evitó que varios de los internos se resistieran. Según Ramirito, “la Policía Militar va a entrar donde sea necesario”, y vaya que lo hicieron. Después de algunos disparos de advertencia y otras advertencias más contundentes, el intento de fuga se vino abajo.
Muñoz también aclaró que las maras y pandillas están separadas en otros módulos, así que no se les puede echar la culpa esta vez. El problema aquí fueron los narcotraficantes, esos mismos que han estado intentando vivir como en un resort, pero que ahora se enfrentan a la realidad de que los tiempos han cambiado.
Mientras tanto, las cárceles en Honduras siguen siendo una olla de presión a punto de explotar, y Muñoz, nuestro valiente interventor, seguirá “dando la vuelta” esperando que los “angelitos” se porten bien…
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