CANASTA BÁSICA AL ALZA: ¿UN LUJO PARA LAS FAMILIAS?
En Honduras, la canasta básica ha dejado de ser un derecho para convertirse en un desafío digno de “Misión Imposible”. Según la Asociación para la Defensa de la Canasta Básica de Honduras (Adecabah), liderada por Adalid Irías, este 2024 fue el año en que llenar el carrito del supermercado se volvió más costoso que financiar un viaje a la luna.
Irías, con su característico tono de indignación justificada, reveló que 90 productos básicos aumentaron de precio, dejando a los consumidores al borde de un ataque de nervios y de hambre. “Cincuenta productos subieron durante la temporada navideña”, explicó, porque, al parecer, no hay nada más festivo que un alza en el precio de los frijoles.
Por si fuera poco, otros 40 productos envasados ya habían subido su costo a lo largo del año. La suma total llevó la canasta básica a 15 mil lempiras al cierre del 2024, una cifra que hace temblar a cualquiera, excepto a quienes pueden permitirse verla desde la barrera.
Mientras tanto, el salario mínimo sigue haciendo honor a su nombre: mínimo. No cubre ni la mitad del costo de la canasta básica, convirtiendo a miles de hondureños en equilibristas financieros, tratando de hacer milagros con un presupuesto que no alcanza ni para lo esencial.
Lo peor llegó en diciembre, con un aumento final de entre 800 y 1,000 lempiras en la canasta. Un cierre de año “espectacular” para los bolsillos, que ahora lucen más vacíos que las promesas de campaña.
En resumen, el 2024 será recordado como el año en que la canasta básica pasó de ser un derecho universal a un privilegio reservado. Pero no se preocupen, siempre queda el consuelo de mirar escaparates y soñar con un 2025 donde, quizá, los precios bajen… o los salarios suban. Spoiler: no contengan la respiración.