CAMARÓN HONDUREÑO SE HUNDE EN AGUAS TURBULENTAS
La Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (ANDAH) ha lanzado un desesperado SOS, advirtiendo que el sector camaronero se encuentra en plena tormenta. Según la asociación, lo que comenzó como una “gran oportunidad” de exportación a China, terminó siendo un naufragio en toda regla. De los esperados 250 contenedores de camarón, solo dos lograron hacer el viaje. ¡Sí, dos! Un logro sin precedentes… de decepción.
El acuerdo de exportación, firmado en la pomposa Feria de Fuzhou en mayo, prometía ser la salvación para los productores nacionales. Sin embargo, al parecer, los precios y la realidad se estrellaron en un duelo de “quién puede ser más bajo”, resultando en que los productores quedaron atrapados con camarones hasta el cuello.
Ahora, esos acuicultores que habían sembrado sus fincas con la esperanza de cumplir la gran promesa china están buscando desesperadamente un mercado donde colocar su “exceso de entusiasmo”.
Mientras tanto, ANDAH asegura estar trabajando con grandes productores para “aliviar la crisis”. Es decir, andan a la pesca de oportunidades, literalmente, mientras rezan para que la próxima Feria Mundial de Mariscos en Qingdao sea sus salvavidas. En esta feria, los camaroneros hondureños harán su debut oficial con la marca “HONDUMEI”, respaldados por el gobierno, la cancillería, y hasta por el embajador en China, Sir Salvador Moncada, quien ha asumido el rol de intermediario diplomático-camaronero. Con suerte, esta vez las citas de negocios no terminarán en promesas vacías y abrazos para la foto.
Las cifras son implacables: en 2024, las exportaciones a Taiwán cayeron en picada, con 13,8 millones de libras menos y un agujero de 47,7 millones de dólares en los bolsillos del sector. Como si fuera poco, el cierre temporal del mercado mexicano agregó otra grieta en el barco, con 5 millones de libras y 14.5 millones de dólares en pérdidas adicionales.
Ahora, ANDAH se dirige al gobierno con un mensaje claro: “No nos dejen a la deriva”. En un tono que mezcla súplica y exigencia, insisten en que el sector camaronero es un bastión de la economía del sur de Honduras, generador de empleos y, por supuesto, de mariscos para el deleite de todos.