CÁLIX YA SE VE CON LA GUAYABA
El precandidato colorado, Jorge Cálix, ya se relame los labios ante la posibilidad de agarrar la guayaba presidencial, pues seguro dice estar de que será él quien resulte elegido en las urnas, sacando de Casa de Gobierno a un familión que lo que en realidad quiere es “quedarse a la fuerza”.
En una visita a San Peter, donde se deja caer casi con periodicidad semanal, avisó además al partido oficialista que “no vamos a permitir” sus intentos de mandracadas, asegurándoles además que “los vamos a sacar con votos, en las urnas” y que “no van a estar un día más allá del 27 de enero de 2026”.
“Ese día terminan ellos y ese mismo día asume este servidor, si Dios lo permite”, dijo, dando por hecho de que el partido colorado al que ahora representa “va a ganar las próximas elecciones”, le duela a quien le duela.
Y para ganarlas, parece haber entendido que no puede andar de tibio sino pasar siempre al ataque, y en ese afán pone el dedo en la llaga cada vez que ve el chance, criticando abiertamente a los refundidores por querer “influir hasta en la justicia para poder manipularla a su antojo”.
Porque asegura el colorado que eso es lo que de verdad buscan a través de la Corte Suprema, donde “con mala intención” la jefa Rebeca Ráquel, “que es miembro del familión”, convocó al pleno este viernes sabiendo que no había quórum, pues según él, lo que quiere es “meter presos a todos los diputados de la oposición”.
Eso, y amarrar de una vez por todas lo de la mentada amnistía política, a la que él prefiere llamar como Dios manda: “pacto de impunidad”, aduciendo que lo que la verdadera intención de todos ellos es “sacar ventaja” para irse de rositas con la justicia y, al mismo tiempo, fregar a sus detractores.