CÁLIX Y ERIKA: NAVEGANDO EN AGUAS MISKITAS

El espectáculo electoral ha zarpado, literalmente. Jorge Cálix, precandidato del Partido Liberal, y la sonriente diputada Erika Urtecho han dejado la comodidad de la ciudad para aventurarse en el barco de la Mosquitia, porque si hay votos que pescar, ¡nada mejor que hacerlo con estilo! Ambos recorren esas tierras lejanas, donde las promesas políticas suelen perderse con el primer chapuzón, para convencer a las comunidades de que, esta vez, el Partido Liberal es la respuesta.

¡El cambio #EsAhora!(Dicen ellos, claro.

La comunidad recibió a la pareja con los brazos abiertos, porque si algo se agradece por allá es una visita que no venga acompañada solo de cámaras y un dron sobrevolando. Y, claro, Erika es querida, así que esos “puntos favorables” para Cálix no son mera coincidencia, sino el resultado de su astuta compañía.

Mientras navegan aguas arriba y aguas abajo, uno no puede evitar preguntarse si, al llegar a Casa Presidencial (si llegan, claro está), las promesas hechas a estas tierras no se evaporarán junto con la marea. ¡Ojalá que no! Aunque la historia dice que, muchas veces, lo que se olvida más rápido en la política son precisamente esas promesas hechas en zonas olvidadas.

Y es que, irónicamente, la Mosquitia es una región rica en recursos naturales, pero con una miseria que solo contrasta con el olvido institucional que pesa sobre ella. Quizás, con suerte, esta vez la dupla en el barco logre algo más que una postal bonita y unos cuantos likes en redes.

 

Por cierto, el dato interesante aquí es que Erika, con su elegante vestido rojo y blanco, sigue fiel a la bandera liberal… al menos en su corazón. Porque en su casa, el tema es otro. Su esposo, Daniel Sponda, firme en las filas de Libre, debe estar observando con ojos curiosos mientras ella apoya a su amigo Cálix.

Pero, claro, en el amor no hay colores… ¿o sí? Quién sabe si en algún momento el querido Sponda decida cambiar su rojo y negro por el blanco y rojo, inspirándose en su esposa y su nuevo amigo.

En fin, mientras Erika y Cálix siguen remando para pescar votos, en la capital les espera el Congreso Nacional con una gran agenda.

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