CÁLIX DICE ADIÓS AL FAMILIÓN

En su renuncia oficial del partido de la refundición nacional, donde se voló 15 largos años, Jorge Cálix no se guardó nada y disparó a mansalva contra sus ya excorreligionarios, en especial contra las altas poporoilas de un partido al que considera que lo han “convertido en una empresa familiar sin ideas pero con intereses”, en clara alusión al familión que gobierna aquellas lindes.

Rodeado de su séquito de incondicionales, el precandidato dijo en conferencia de prensa en la “capirucha” que mejor se pela el naipe en vez de “ser empleado de una familia”, pues ya se ha visto que del 2022 para acacito, el actual no es más que “un gobierno de unos pocos y para unos pocos”, que ejercen su poder “con odio y desprecio, ignorando las bases democráticas” que lo vieron nacer.

Algo que llega como derivado, según Jorge, del “caudillismo” que se ha apoderado del partido sin que nadie le respingue, pues ya se sabe que para integrarse hay que aceptar por bueno el pensamiento único del castrozelayismo imperante, por lo que dijo no estar dispuesto a que lo usen como parte de una “jugada política para que continúe la imposición”.

Sin embargo, reconoció también que le duele irse como se está yendo, pero no tanto por la forma sino más bien por el fondo del asunto, que pinta turbio y juco; pero que aun así cree estar dando un paso en la dirección correcta, porque “afortunadamente no estoy solo”, y con su movimiento “Juntos por el Cambio” considera que está en buena posición para rifársela en las urnas contra quien sea.

Unas urnas que verán, sí o sí, su cara pintada en las papeletas, solo que no en las del partido refundidor sino en las de los liberales, pues es para allá que va cargando consigo una agenda política “que respete la diversidad de pensamiento, que luche contra la corrupción”, por lo que pidió a su militancia y a los que están aún deshojando la margarita que se suban a su carro sin miedo al éxito.

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