CALIDONIO LE PASA LA CUENTA AL POLLO
A Calidonio, el ex edil de San Peter, como que le entró la fiebre de los podcast, pues ha dedicado las últimas semanas a pasearse por todos los que le han dado rigió; en el último de ellos, por ejemplo, habló largo y tendido de un cachimbazo de temas, pero fue especialmente punzante cuando le preguntaron por su sucesor en el cargo, el Pollo Contreras.
Punto por punto, el también actual regidor, atizó sin piedad la improvisación que según él ha caracterizado a la administración pollina, que a su juicio “no ha hecho nada”, pues a lo único que se ha dedicado el actual edil es a cacarear obras pirujas que no representan ningún impacto en el futuro de la ciudad, además de haber descontinuado las buenas obras que él dejó, como los tres macrodistritos de salud.
Según Calidonio, los macrodistritos son “un proyecto fundamental” para San Peter, y pese que antes de dejar su cargo dejó empezados o apalabrados tres más, estos no han recibido la atención que merecen por parte de un Pollo que cree que con echar cemento en dos o tres calles ya mejoró las proyecciones de desarrollo de la ciudad. “Un albañil puede hacer una calle, eso no es trascendente” dijo.
Habló también el ex ministro de Seguridad en los tiempos de Pepe sobre la pseudo hazaña que tanto suele cacarear el pollo respecto a que no ha pedido ningún peso prestado para ejecutar sus obras; algo que para Cali “es una mentira”, ya que “ha usado 560 millones de lempiras de los préstamos que nosotros dejamos”, lo que indirectamente significa que sí ha hecho sus obras con pisto prestado, aunque luego diga que fue con fondos recaudados enteramente durante su gestión.
Y todo eso se resume, según él, en la “falta de planificación y desorganización” en el manejo administrativo. “Hoy los presupuestos no se explican adecuadamente, no hay claridad”, y lo más grave, según él, es que todo lo que hace el Pollo lo hace sin consultar a la Corporación Municipal, que para eso está; lo que invita a pensar que algo están ocultando.
Y así, someramente, le pasó lista por sus desaciertos, que según él son bastantes, poniendo de manifiesto que se llevan ambos como perros de vecinos ajenos, pues con periodicidad casi diaria se tiran dardos a la cabeza ante un público expectante de “jampedranos” que asisten atónitos al espectáculo.