CAH PIDE UN “REGALITO DE NAVIDAD” A XIOMARA
¿Reculará la presi en su decisión sobre la extradición?, quien sabe pero como decía Chelato -nunca se sabe- el CAH, dice que no hay peor lucha que la que no se hace.
Diciembre ya llegó, mientras la ciudadanía se prepara para los regalos de Navidad, el Colegio de Abogados de Honduras (CAH) no se queda atrás en la lista de deseos. ¿Qué es lo que piden, se preguntarán? Pues, nada más ni nada menos que un cambio de opinión de la presidenta Xiomara Castro sobre el Tratado de Extradición con Estados Unidos.
Así lo expresó Gustavo Solórzano, presidente del CAH, quien, en un giro de optimismo digno de esta temporada, dejó entrever que aún hay tiempo para que el gobierno de la presidenta dé marcha atrás en esa controvertida decisión.
“Este mes de diciembre sería un bonito regalo para la población si la presidenta reconsidera su postura respecto al Tratado de Extradición”, comentó Solórzano, como si los tres meses que ya han pasado desde la última revisión del tratado no hubieran sido suficientes para que alguien, en alguna oficina, tuviera la amabilidad de echarle un vistazo a este tema.
Por supuesto, el presidente del CAH no está pidiendo un “regalo de Navidad” por capricho. Según él, esta sería una medida “positiva”, considerando los “graves desafíos” que enfrenta el país en materia de justicia y seguridad. Y no es para menos. Mientras el crimen organizado sigue siendo el invitado indeseable en las calles, las autoridades parecen no encontrar el regalo perfecto para combatirlo. ¡Qué mejor que un toque de cooperación internacional para calmar las aguas!
Sin embargo, el abogado no ve esto como un acto de “mendigar justicia”, sino más bien como un acto de “reconocimiento” de que, en Honduras, todavía la justicia es pura papada ¿quién no querría ver que la presidenta abra ese regalo antes de que termine el año?
A pesar de las festividades, el crimen sigue siendo el Grinch de la situación. Las incautaciones de drogas y otros delitos transnacionales siguen acechando al país, pero en el Ejecutivo no se oye padre.