CABALLITOS DE TROYA DE MEL EN PARTIDO LIBERAL

Con la energía y el optimismo que solo un líder liberal puede desplegar, el diputado Mauricio Villeda anunció este lunes que el Partido Liberal de Honduras (PLH) ha “resurgido” y está “fortalecido” o al menos así lo asegura el último grupo de seguidores que queda.

Villeda, con el tono de quien quiere convencerse a sí mismo, proclamó que el PLH está listo para “dar la lucha”, aunque no aclaró si esa lucha será contra sus rivales políticos o para intentar que las facciones internas se hablen sin mirarse feo.

Con un entusiasmo ejemplar, Villeda subrayó que el PLH no permitirá divisiones. “Libre sigue empeñado en destruir al Partido Liberal”, advirtió, sugiriendo que, para el partido de gobierno, dividir a los liberales es ya como un deporte nacional.

En su análisis histórico, Villeda recordó que el partido de gobierno surgió como una escisión del PLH, para luego regresar “a partirnos por la mitad”. Al fin y al cabo, nadie mejor que el Partido Liberal para darle a Libre clases avanzadas de cómo dividir una organización en mil pedazos sin ayuda externa.

Sin embargo, Villeda aseguró que esta vez, a pesar de las intrigas de los posibles “caballitos de Troya” infiltrados, el PLH logrará la tan ansiada unidad. “Tenemos la ambición de estar unidos, ¡sí señor!”, proclamó, como si con esa frase pudiera convocar una unión que lleva décadas esperando.

Sabiendo que la unidad es el sueño eterno de la oposición hondureña, Villeda concluyó: “Después de las elecciones internas, a luchar por la democracia”, dando a entender que la verdadera prueba para el Partido Liberal será mantenerse en pie después de las primarias, y no solo eso, llegar a noviembre sin haber formado cinco facciones nuevas en el proceso.

En resumen, Mauricio Villeda sueña con un Partido Liberal que, contra toda predicción, se mantenga fuerte y unido. Pero, si algo nos ha enseñado la historia reciente es que para el PLH, la unidad es como un espejismo en el desierto: se ve a lo lejos, pero nunca se llega.