BRITÁNICOS, A TRAMITAR VISA
Nada que reprochar esta vez al gobierno refundidor, que en reciprocidad a la decisión tomada el año pasado por los británicos de comenzar a exigir visa a los catrachos que quieran pisar su suelo, decidió pagarles con la misma moneda, exigiéndoles la misma documentación e incluyendo en el combo a los irlandeses del norte.
La devolución del sopapo se supo mediante un comunicado de la Secretaría de Exteriores, que confía en revertir la jugada cuando los laboristas, que acaban de imponerse allá en las votaciones, agarren la guayaba, para “normalizar la situación y que se pueda retomar el ingreso sin visa o acuerdos especiales, en aras de fortalecer la cooperación y buenas relaciones entre ambas naciones”.
Se desconoce aún cuántos serán los británicos afectados, o si serán suficientes como para caber todos juntos en una misma cama. En cualquier caso, seguirán siendo los catrachos los más jodidos, pues la decisión inicial de los europeos no obedecía a un capricho, sino a la cada vez más creciente cifra de paisanos que llegaban allá a pedir asilo.
Y es que desde el 2017, las solicitudes de catrachos que llegaban allá huyendo de la misera local pasaron de ser apenas 9 hasta convertirse en las 789 registradas en 2022, por lo que, por mucho que la refundación lo adorne con el discursito de la reciprocidad, difícilmente las cosas vayan a cambiar, independientemente de si la guayaba la tienen los laboristas o los conservadores.