ANA GARCÍA TEME POR SU VIDA POR LAS AMENAZAS RECIBIDAS
Menos de 24 horas demoró Ana García Carías en secundar lo dicho por su esposo en la Corte neoyorquina con relación a las supuestas amenazas de secuestro y de muerte que ha recibido, un asunto que, tanto a ella como a sus hijas, las tiene comprensiblemente “cacahuetes”.
Todo el embrollo habría empezado con la extradición del expresidente, allá por abril del 2022, con amenazas que provendrían de una banda criminal en cuyo historial de muerte figura incluso el hijo de otro expresidente catracho, por lo que las razones para la preocupación estarían muy bien sustentadas.
Denunció también la exprimera dama la mala fe de los fiscales gringos, que, pese a que supuestamente estaban al tanto de las amenazas y las consecuentes denuncias interpuestas por ella ante los organismos de Derechos Humanos, se llamaron al silencio para no notificar a su encarcelado amado.
Aun así, agradeció Ana el reforzamiento de las medidas de seguridad por parte de la “jura” catracha, que le han redoblado los cuidados, aunque al mismo tiempo lamentó lo que calificó como una “campaña de odio” por parte de algunos funcionarios y políticos.
También se acordó ella de un personaje gringo que se hace pasar allá por rabino utilizando “Jorge Bar-Levy” como nombre, aunque en realidad se llame Jorge Torres Cuello, pues dijo Ana que éste forma parte también de las amenazas y el acoso recibidas.
Tanto sería el acoso del judío asimilado que, según Ana, hasta la llamó el día que le bajaron el Gofundme para regodearse, además de ponerla sobre aviso acerca de que anda ya él dizque contactando con la fiscalía gringa para enjuiciarla a ella y también a sus hijas, que sabrá Dios qué pintan en todo el asunto