AMNISTÍA SUEÑO DORADO DE CORRUPTOS
“La Justicia Selectiva: Un Paraíso Fiscal para los Corruptos”, eso es lo palpable en Honduras después del fallo de la Suprema Corte, según la fuerte critica que hizo el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA),
Así es el sueño dorado de los corruptos ha llegado a su culminación, y con una ovación de pie por parte de quienes han saqueado las arcas públicas. Gracias a la amnistía política, ha surgido una nueva especie protegida: los intocables de la administración pública.
El CNA, con la amargura de quien se da cuenta de que nunca será invitado a la fiesta, ha denunciado que esta resolución es una “justicia selectiva” en su máxima expresión.
Porque, ¿qué mejor manera de construir un poder familiar que con su propio conjunto de jueces, leyes a la medida y corruptos de confianza? La gran interrogante que deja en el aire la nada querida por los gobernantes de turno Gabriela Castellanos, del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).
La Corte Suprema de Justicia (CSJ) ha sellado su lugar en la historia con una resolución que podría titularse -Manual para el Blindaje Institucional 101-. Con esta jugada maestra, exfuncionarios del gobierno de Manuel Zelaya Rosales se convierten en héroes nacionales, exonerados de cualquier mancha que una vez estuvo asociada con la palabra “corrupción”. ¡Qué alivio! Las investigaciones se archivan, el daño se olvida, y todos siguen adelante como si nada hubiera pasado, recuerda el CNA.
Libre a orquestado en contubernio ahora con la Suprema Corte una brillante jugada para asegurar la perpetuación de la impunidad y, por supuesto, el fortalecimiento del poder familiar en el país.
Pero este movimiento maestro tiene sus consecuencias. El CNA advierte que la ciudadanía podría empezar a perder la poca confianza que les quedaba en el sistema judicial hondureño. Además, esta jugada podría alejar la tan esperada llegada de la Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH). Lástima, porque la CICIH parecía estar en la lista de deseos de Navidad de algunos optimistas ingenuos que aún creen en la justicia.