ALGO RARO ESTÁN TRAMANDO

Ejerciendo a la perfección su papel de conserje de LIBRE en el Congreso, Luis Redondo presentó en el último cónclave legislativo una jugada orientada a crear un mentado Tribunal Constitucional, que según sus detractores no es más que el deseo 2.0 de Mel de amarrarse “forever” al poder.

O al menos eso es lo que cree Tomy Zambrano, que fue el primero en ponerse al brinco, pues dar vida al susodicho tribunal implicaría consecuentemente darle de baja a la Sala de lo Constitucional, que ya se ha visto que el propio partido oficialista es incapaz de controlar a su antojo, como bien quisiera.

Pero para proceder a la dichosa creación ocuparán los refundidores 86 votos en el Congreso, que es el equivalente a poner de acuerdo a todas las bancadas; y teniendo en cuenta la incapacidad de lograr consensos demostrada hasta ahora por Redondo, difícil la van a tener, ya que de entrada los cachurecos se les cerraron en banda.

Y no necesariamente porque la idea sea mala, pues muchos son los países del mundo civilizado que cuentan ya con algo similar, sino por el hecho de saber de quién proviene y con qué intenciones lo quieren hacer, pues el temor de los opositores es que al final acabe siendo el jaque mate definitivo del comandante vaquero para perpetuarse en la silla y convertir este potrero en algo aún peor, al más puro estilo de sus aleros bolivarianos y sandinistas.

Aunque tampoco pueden Redondo y Mel alardear de innovadores, pues una idea parecida propuso tiempo atrás el impertérrito y pluscuamperfecto Oswaldo Ramos Soto, a quien finalmente se la engavetaron por no contar aquel Pleno con el ambiente necesario para darle viento.

Pero tampoco hay que descartar la posibilidad de que todo el alboroto solamente sea otra cortinita de humo para desviar las miradas y asestar bajo bajo otra puya, sabiendo el oficialismo que en el apartado electoral no andan muy sobrados que se diga, con una Rixi Ramona que sigue sin tener “pegue” y sin dar el ancho.

Y es ahí donde Tomy ve el mayor peligro de la propuesta, pues si de aquí a las votaciones, por la razón que sea el Tribunal ya está operativo, podría la refundición echar mano de él para incluso anular lo decidido por la catrachada en las urnas (donde dijo que les espera una “cachimbeada”), ampliar el periodo de gobierno y ensartar de una vez por todas la añorada Constituyente del comandante, que últimamente está demostrando tener más hambre de la que se le creía.