AL CANCILLER SE LE VE LA SAYA
Al canciller de la refundación, Eduardo Enrique Reina, se le volvió a ver la saya cuando afirmó que la cantidad de catrachos deportados desde la frontera sur de la USA bajó un 35% en comparación al año pasado, un dato ciertamente engañoso respecto a lo que manejan el INE y la OIM en un informe que presentaron en noviembre del 2023, que dice que al menos 961,313 cristianos andaban con la bulla de migrar del país en los próximos 12 meses, o sea en este año.
Y es que el canciller hizo su afirmación a ojo de buen cubero, basándose en el menor número de catrachos detenidos en la frontera gringa, pero tomando en cuenta los años fiscales, que cierran cada agosto; y es justo ahí donde está la trampa, porque obviamente, al reducir la cantidad de meses la cifra llega al 28.27%, contradiciendo al canciller. Es decir, hay menos detenidos, pero hay más que migran.
Aun así, a pesar de la reducción de detenciones, la cosa sigue estando chunga. Las políticas migratorias gringas y lo yuca que está la cosa en Honduras siguen influyendo en que cada vez más paisanos decidan pintar llantas rumbo al norte. Algo que, viendo cómo se está poniendo la cosa por acá, todo apunta a que empeorará más pronto que tarde.
Según la Encuesta Nacional de Migración y Remesas, 348,445 paisanos se han ido a la chingada en los últimos cinco años, de una muestra de 12,715 hogares encuestados, lo que significa en buen caliche que la interpretación simplista del canciller se pasa por el forro de los cataplines la yuca realidad que enfrentan miles de catrachos no solo en la frontera sur gringa, sino en su ruta por Guatemala y México.
Los de Criterio HN entrevistaron a una tal Sally Valladares, especialista en migración, quien les dijo que estos dos países se han convertido en un atolladero para muchos carachos, quienes, debido a las restricciones impuestas, no logran avanzar hacia su destino final. Por lo que hablar de una disminución basándose solo en los que devuelven desde la frontera es una chabacanada.