AJUSTANDO LA ECONOMÍA, CON DEVALUACIÓN ACELERADA

 

En un año en el que la economía hondureña ha experimentado más giros que un trompo en feria, los expertos han anunciado que la devaluación del lempira cerrará con broche de oro: 74.20 centavos frente al dólar, un deslizamiento que, según ellos, “no es tan malo si se ve con el prisma correcto”.

El Banco Central de Honduras (BCH), fiel a su compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha aplicado políticas monetarias y cambiarias que nos recuerdan al clásico “lo hacemos porque podemos”. Así, el Tipo de Cambio de Referencia (TCR) subirá de 24.6513 a 25.3933 lempiras por dólar. ¿Qué significa esto? Básicamente que el lempira está siguiendo el ejemplo del peso en un gimnasio: levantando más números cada día.

La expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas, Amparo Canales, tomó el micrófono para explicarnos este fenómeno que, según ella, “tiene dos caras”. Por un lado, las remesas y exportaciones disfrutan de su momento de gloria, como el primo que siempre saca ventaja en los juegos familiares. “Por cada dólar, ahora se reciben más lempiras”, explicó Canales, como si estuviéramos acumulando puntos en un programa de lealtad que nunca redimiremos.

Pero como toda moneda tiene dos caras, también está el lado oscuro: el del carrito del supermercado. Honduras, siendo un país que importa hasta los frijoles para las baleadas, enfrentará precios más altos en combustibles, medicamentos y alimentos. Eso sí, mientras los precios locales se disparan, los analistas nos invitan a “minimizar el impacto”. ¡Fácil decirlo cuando no tienes que comprar el cartón de huevos a precio de oro!

En conclusión, mientras el FMI aplaude nuestro “compromiso” y el lempira se desliza como un patinador profesional, los hondureños seguiremos bailando al son que nos toquen. Porque si algo sabemos hacer en este país es bailar, y si el ritmo es punta mucho mejor, aunque la pista esté llena de obstáculos.

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