AHORA SEREMOS DE LA LIGA ÁRABE

Pónganse el turbante que ahora jugaremos a ser amigos de los árabes, “inshallah”. Como todavía no nos sale nada con los chinitos de China, ahora los refundidores se fueron con la poderosa liga árabe, a través de la firma de un convenio de cooperación para fortalecer las relaciones bilaterales entre Honduras y Arabia Saudita.

Aquí en Tegucigalpa, el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, y el viceministro saudí de Asuntos Exteriores, Waleed bin Abdulkarim Al Khuraiji, (casi se me acabaron las letras), estamparon su firma en el documento que da vida al convenio de cooperación y colaboración en los ámbitos de energía, transporte e infraestructura.

Bien sonriente y hasta rojo, por el calor o las copas de vino, el canciller hondureño expresó: “confiamos que este vínculo alcance un excelente nivel de coordinación, envuelva una fluida comunicación, amplios intercambios económicos y comerciales, programas de cooperación técnica, así como sólidos lazos culturales”. Si, fluida comunicación, sobre todo, como el staff del gobierno de la refundación son perros para hablar en árabe.

Este acuerdo busca “fortalecer y profundizar” la relación entre Honduras y Arabia Saudí, así como ampliar la inversión y la cooperación en finanzas, infraestructura, transporte y energía: “este acuerdo abrirá las puertas a muchas oportunidades en el Medio Oriente. Y permite que cooperemos en varias áreas y nos permitirá ampliar esta idea de cooperación a muchos temas desde la inversión, finanzas, infraestructura, cooperación, transporte, energía en los temas que podamos ponernos de acuerdo”, detalló Reinal.

Agregó que los árabes nos han regalado toneladas de dátiles para mejorar la nutrición de los niños en los centros educativos del país que participan en el programa Merienda Escolar, a través del Centro de Ayuda Humanitaria y Socorro. Salen con minimitos chiquitos cuando les podemos dar plátanos bien grandotes que los van a dejar atorados.