AGRICULTURA, CAMPO DE ALTO RIESGO
La producción agrícola catracha agoniza. Ya los agricultores prefieren agarrar sus caliches y emigrar a dónde haga falta porque con los cultivos ya no les ajusta ni para la sal del huevo, y eso ha provocado que a día de hoy Honduras esté gastando más 5 millones de dólares mensuales en importar verduras y legumbres de otros lados.
La alerta la emitió Gustavo Flores, empresario del rubro de la agricultura, que atribuyó el asunto al desinterés de las autoridades refundidoras y a la inestabilidad de los precios en el mercado local, que fuerzan a muchos a dedicarse a otra cosa que les reporte un ingreso de billetillo más estable.
“Todas esas divisas que salen del país perfectamente se pudieran quedar acá, pero no tenemos la capacidad de poder tener una sostenibilidad, porque no hay incentivos” lamentó, explicando además que lo poco que aún se produce en suelo catracho se va por las fronteras guanaca y chapina, donde pagan mejor.
Asegura Flores que se trata de una catástrofe anunciada al no haber créditos bajos ni manera de potenciar la irrigación en los campos, ni alguien que le pare bola al asunto. Hoy por hoy, ya ni los de la SAG se asoman por las zonas productivas, algo que antes sí pasaba: “Llegaba un técnico de la SAG y le subía la autoestima al productor cuando llegaba a visitarlos a su parcela a hacerle alguna recomendación”.
Tan inverosímil se ha vuelto el asunto que, siendo Honduras un país con tierras tan fértiles, “la cebolla que estamos consumiendo viene de Holanda y de Canadá”, y productos como el tomate, “una parte queda aquí y la otra va para El Salvador”, además que los “chiles, cebollas, ajo y apio, que vienen de afuera”, según Gustavo.