A MATHEU LO ECHÓ MEL

Asomó de nuevo las tapas el exministro Matheu para seguir dándole cuerda a la quejadera, pues pese al tiempo transcurrido sigue sin superar que la refundación lo haya mandado a chapalear con el cambio de año. Solo que esta vez a sus quejas les puso nombre: Mel, a quien atribuye su abrupta salida de la SESAL.

Dice el doctorcito que fue el comandante vaquero el artífice intelectual de todo el cagadal, y que cuando lo despachó lo hizo sin razón justificada, porque según él, bajo su mando la Secretaría de Salud era una bellezada, a tal punto que todo lo bueno que ahí se hace ahora lleva su sello.

Bueno hubiese sido que explicara qué es eso bueno de lo que habló, pero no dio chance, porque andaba el hombre envalentonado y presumido, ya que asegura que aun y cuando entre las promesas refundacionales no había planes de echar a andar ningún hospital, él agarró el toro por los cuernos y le dio viento al asunto.

Y arrimó el lomo, dijo, gracias a la ayuda del tío Sam, aunque a sus excamaradas les cueste un huevo reconocerlo; porque fueron los gringos los únicos que se le cuadraron siempre que lo necesitó, más aún que los propios refundidores, que no había día que no le echaran tierra cuando tenía la guayaba.