A MARIBEL LA TIENEN EN LA MIRA

A la colorada Maribel Espinoza la contienda electoral le está saliendo bastante cara y peligrosa, pues ahí salió denunciando las amenazas que afirma haber recibido, evidentemente derivadas de asuntos relacionados con el tinte político, en especial en el vasto y rupestre Olancho, ancestral tierra de vacas y balas.

Y asegura la precandidata que las amenazas no solo han sido contra ella, sino también contra sus representantes departamentales, quienes jamás imaginaron que por sus preferencias partidarias acabarían siendo víctimas de “intimidaciones”.

“Las mías son más sutiles” asegura ella, como para intentar quitarle hierro al asunto y dotar de fortaleza a sus adeptos, aunque más le vale no andar de confiada si no quiere llevarse una desagradable sorpresa, porque tal y como ella misma dice: “Olancho es muy peligroso”.

Peligroso, entre otras cosas, porque lejos de decrecer, aumenta, pues los que dirigen el gobierno, que por esas cosas de la vida son oriundos de allá, en vez de buscarle remedio al asunto “pusieron fin a la extradición, que era la única herramienta legítima que teníamos”.

Aun así, afirma Maribel que no le tiembla el pulso, pues muy dispuesta sigue estando de continuar dando pelea, independientemente “de cualquier situación grave o difícil” que se le pudiera presentar en el camino, pues entiende que es esa la única manera de no dejar que el problema le merme las ganas de buscar la hombrada en las internas de marzo.

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