A BUSCARSE LA VIDA OTRO CHACHIMBAZO DE GRADUADOS
Más de 1,500 nuevos cipotes acaba de graduar la UNAH, una cifra que sería motivo de celebración absoluta si no fuera porque una vez que cuelguen el cartón en la pared, a los pobres lo que les queda es salir a buscarse la vida en un país donde las chambas escasean más que los charcos en un desierto.
Tampoco es que quiere uno aguarles la fiesta, pero la realidad pega duro y tarde o temprano lo vivirán ellos en sus carnes, pues eso de salir a buscar chamba y no encontrar será el pan suyo de cada día, así que más vale ir mentalizándolos.
En total fueron exactamente 1,538, todos de Ciudad Universitaria en la capirucha, donde el rector Odir les dedicó una retahíla de piropos en una ceremonia solemne que no fue otra cosa que el desfiladero hacia la cruda realidad para la mayoría de ellos.
Una cruda realidad que los obligará a tener que agarrar lo que les salga y no lo que merecen o necesitan de acuerdo a sus conocimientos, porque la precariedad del mercado laboral a fin de cuentas es el que manda, y lo que manda es que no hay mucho para elegir.
Y así llegamos al final de un año más, con ese cachimbo de nuevos prospectos cuyos talentos y conocimientos, al no encontrar cabida en la penuria del desolador mercado laboral catracho, acabarán saliendo en busca de nuevos derroteros fuera de nuestras fronteras, donde se darán de jeta con la realidad de que gana más un barrendero que ellos con su título bajo el sobaco.