SESAL SUPLICA A LOS MAREROS

Se da uno cuenta del pijalillo de país donde vive cuando ve a los funcionarios del gobierno pidiendo permiso a los mareros para proceder a hacer según qué cosa. Pasó con la Secretaría de Salud, que “de todo corazón” imploró a los malandros que los dejen entrar a fumigar sus barrios y colonias, porque el dengue no cree en nadie estos días.

“Que nos colaboren” les pidió el jefe de la unidad de vigilancia de la Sesal, Lorenzo Pavón, quien lamentó que las susodichas criaturas se les cierran en banda cuando los ven asomar por sus trincheras con la bomba fumigadora y la soberana bolsita de abate en la mano, como si creyesen que los van a extorsionar.

Razón tuvo la viceministra Julissa Villanueva en agarrar camino para exiliarse en el extranjero, porque en este potrero nuestro ya no se salva ni Dios. ¿Y la seguridad ciudadana de la que tanto alardea el ministro Sánchez? Muy bien, gracias. A quien le importa habiendo black mambas.

Ellos solitos se dan con la piedra en la jeta cuando de repente salen con cifras inventadas que pintan una realidad idílica, pero que al cabo de un rato se contradice con declaraciones como la de Pavón, que reflejan algo justamente lo opuesto, pese a que el actual presupuesto para seguridad es el más robusto desde que los catrachos tienen memoria.

Cortesía;

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