GUERRA CIVIL EN LIBRE

Lo que aún queda en pie de LIBRE, partido nacido en las calles, se desmorona estos días en los cómodos despachos del gobierno, desde donde emanó la reciente orden fratricida de intervenir el IP que tutela desde la sombra Jorge Cálix, forzando a los adeptos de éste a trancar los portones del Centro Cívico en la “capirucha”, donde están las oficinas del instituto, como protesta contra la caprichosa decisión de la comandanta Castro.

Y es que fue la propia mandataria quien vía X ordenó la intervención, amparada ella en las supuestas irregularidades ahí detectadas, llevándose de encuentro no a Cálix, que de cualquier modo saldrá bien librado, sino a los chamberos de ese instituto, que tras la puñalada de la “presi” no titubearon en posicionarse a favor de su benefactor.

Y así como las oficinas del Centro Cívico también otras, como la del IP en “Sigua”, suponiendo ya no solo una simple toma sino un paso más hacia el abismo al que poco a poco parece ir asomándose la refundación, que no ha llegado ni a su tercer año de mandato y sufre ya los embates de una fractura que amenaza con devolver al ala oficialista del partido a la llanura desde la que tiempo atrás parecía tener el remedio de todos los males.

Con semejante incendio, se acentúa aún más la división interna del partido, donde por si fuera poco, la facción rixista debe lidiar con la baja popularidad de su ungida, y contrastar su situación con los buenos números que simultáneamente parecen catapultar a los calixtos, que se muestran igual de seguros que ellos a la hora de reclamar el trono.

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