DIFERENTE DISCURSO, MISMAS MAÑAS

A la híper mega recontra transparente Secretaría de Seguridad del impoluto Gustavo Sánchez se le ve cada vez más la saya, ya que mientras repite un discurso que solo practica del diente al labio, mantiene en secreto la documentación de millonarias compras que hacen recordar las mañas más atroces de sus antecesores del gobierno cachureco.

Por esa razón les cayó hace bien poquito la IAIP, ya que no compartieron ellos el contrato de compra de las pirujas Black Mamba, que ya se ha visto que se deshacen al nomás sacarlas un ratito al sol y sin que hayan cumplido con su cometido de combatir la criminalidad, que campa como nunca a sus anchas.

Y es que bajo el pretexto de la resolución SO-139-2018 del IAIP, ha andado el súper ministro moviéndose de mandracada en mandracada, bajo la excusa de ser esa “información que pone en riesgo la seguridad del Estado”, como si estuviésemos hablando del Estado más seguro del mundo.

Y esa es apenas una pequeña parte de la turbiedad que se maneja en la secretaría refundacional de Sánchez, que gusta de justificarse amparado en brindar una seguridad que no se sabe dónde está, pues los resultados del dichoso estado de excepción están hasta la guaya de ilegalidades y la extorsión anda más encendida que nunca, según les reveló recientemente la ASJ.

A principios del gobierno de la refundición, el Congreso derogó el decreto 418-2023 contentivo de la mentada “ley de secretos oficiales”, una disposición legal que usó el gobierno del indómito para ocultar el despilfarro de más de 30,000 millones de pesos del “Tasón” sin que hasta ahora les hayan contado las costillas.

Con la mencionada derogatoria, la catrachada creyó por un momento que los refundidores de la patria impulsarían un gobierno abierto, transparente y rendidor de cuentas, pero la jugada les salió guaya, porque acabaron estos saliendo más pandos que una guadaña.

Y es que a medida fue pasando el tiempo, comenzaron ellos a poner trabas para restringir la información pública, usando argumentos de kínder y hasta burlándose hasta de las tardías resoluciones del mismísimo pleno de comisionados del IAIP.

Y así se la siguen llevando, mientras encarrilan su tercer año de mandato y los índices de evaluación en todos los frentes los tienen cabales; sin mostrar siquiera indicios de que son capaces de enderezar el rumbo de una gestión cínica y turbia a partes iguales.