LIBERALES SE QUEDAN SIN SANTO

 

Otra vez, Marvin Ponce ha salido con su sortilegio, lanzando un baldazo de agua fría sobre los pobres liberales que, ya sin saber a qué santo rezarle, esperaban que el mismísimo Eduardo Napoleón Maldonado se lanzara a la contienda presidencial. Pero, ¡oh desilusión!, según Ponce, los del partido blanco y rojo no deben contar con “Piquito”.

Ponce, con la precisión de un vidente en una feria de pueblo, ha dejado claro que ese ilustre caballero prefiere seguir cuidando sus intereses de poder en su medio de comunicación, donde es amo y señor. Con billete en mano y sin necesidad de meterse en los enredos de la política vernácula, Maldonado sabe bien que en esos terrenos cualquiera pierde el norte.

“Que no se ilusionen”, proclamó Ponce, en un tono que dejó a más de un liberal con la quijada desencajada. Según el sortílego de Marvin, el talentoso periodista y filántropo Eduardo Napoleón Maldonado no tiene intención alguna de postularse a la presidencia. Con buen tino, ha decidido seguir trabajando en sus empresas y sirviendo al pueblo hondureño desde la comodidad de su trono mediático.

Así que, liberales, con Maldonado, no cuentan. No es que él no tenga el carisma y la inteligencia para lanzarse a la política, simplemente tiene mejores cosas que hacer, como seguir siendo el rey de su propio reino, lejos del caos y las promesas rotas de la política nacional.

En resumen, Marvin Ponce ha dejado desencajados a los liberales y les incita a seguir buscando a su candidato ideal, quizás en los rincones más oscuros de sus sueños, porque en la realidad, por ahora, no hay santo que los salve.

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