LIBRE SE ADUEÑA DE LA FIESTA

Apenas los escombros mal puestos quedan ya del espíritu reivindicativo con que nacieron las marchas del Día del Trabajador, efeméride de la que los refundidores de la patria se han adueñado con descaro sin que la dirigencia obrera más blandita que este país haya visto siquiera reclame el protagonismo de una fiesta que por tradición le pertenece.

Pero son esas las consecuencias de haber decidido cobardemente ceder el protagonismo a una dirigencia, la de LIBRE, que cabalga a sus anchas por las calles, creyéndose dueña de la fiesta, pues en ese afán de protagonismo el comandante vaquero, que es el principal instigador del macaneo, hasta se animó a poner a un lado las reivindicaciones obreras para hacer prevalecer las de Palestina, que algo lejitos nos agarra y bastante reata nos vale.

De esa se agarró el hombre, y varias veces, porque ya se sabe que en su bando las prioridades están bastante claras y nada tienen que ver con las prioridades que puedan beneficiar a su pueblo, o, aunque sea a su militancia, pues lo que importa es el show y quedar bien de cara a la galería internacional.

Apenas un grupillo de obreros gritó casi con miedo su exigencia culmen de salarios dignos, pues el carácter de la marcha pedía más bien otra cosa, que tristemente solo los borregos oficialistas pudieron dar, quizás envalentonados por la penosa y masiva presencia de sus líderes, que vieron en el 1 de mayo la gran oportunidad de acaparar dos que tres votillos.

Y es así como se consumó el zarpazo refundador a un día hecho a medida de la clase obrera, que sin embargo tendrá que seguirla mamando mientras su dirigencia haga lo propio con sus apoderados en el gobierno, que una vez se dejaron en la calle no su espíritu combativo, que es ya casi inexistente, sino también y sobre todo su descaro y cinismo para adueñarse de la fiesta ajena.

Share via
Copy link